voy a querer llegar un día
a no extrañarte tanto
a soñar que tocas a mi puerta
y armas palabras con tu sonrisa
que me escribes en la piel y en la pared
que no me olvidas...
y yo que te adoro
que tantas veces quise tenerte
atado en el cuerpo
solidificado en mis huesos...
ahora ya quizás
ahora ni me recuerdes.
Yo te quiero sabes,
podría decir que te amo
desde ese día que me miraste desde el espejo
con esos soles tan tuyos ...
DIAS DE 1901
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Esto era lo que había de excepcional en él:
a pesar de su vida disoluta,
de su larga experiencia del deseo
y de la habitual correspondencia
con que en él...