voy a querer llegar un día
a no extrañarte tanto
a soñar que tocas a mi puerta
y armas palabras con tu sonrisa
que me escribes en la piel y en la pared
que no me olvidas...
y yo que te adoro
que tantas veces quise tenerte
atado en el cuerpo
solidificado en mis huesos...
ahora ya quizás
ahora ni me recuerdes.
Yo te quiero sabes,
podría decir que te amo
desde ese día que me miraste desde el espejo
con esos soles tan tuyos ...
HABITACIONES PRESTADAS
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Era un sonar de llaves indecisas.
Un ruido profundo de ascensores;
inquietados huéspedes de aquellos edificios
de la periferia, dorados por la tarde.
...
Tú y tu afilada pluma amiga mía... ¿Qué te voy a decir? Precioso, para variar. Besos y mordiscos.
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