Atrapó como pudo , tambaleándose entre las paredes , las llaves que colgaban de un viejo clavo oxidado torcido en la punta de tanto martillazos que había recibido en vano intentando que quedara fijo abriendo aun más el agujero en la pared .
Una vez que consiguió tenerlas entre maldiciones abrío el candado que no nececitaba de la combinacíon por lo falceado, así que en vano armó tanto alboroto . - ¡TODOS SE PUEDEN IR A LA MISMA MIERDA !- gritaba mientras que algo en su barba le picaba , cansado y en casa se dejó caer sobre la cama abandonándose nuevamente a sus miserias e ignorando las palabras que Laura no dejaba de repetirle cada noche un poco por el alcohol y otro poco por la abulia en la que se permitía concientemente caer a pesar de Laura que lentamente como la marea que crece terminó por cansarla .
Esa noche lo dejó solo vacío de nada , se escuchó un portazo y las llaves de la casa que Laura tiró por la ventana del living entreabierta , nunca más regresaría , ni a buscar ese vestido ámbar que le sentaba tan bien ni su bolzón caramelo que él le regalara ese fin de semana en Misiones cuando tenían poco tiempo de amarse y él creía en la esperanza ...